Todo ser humano tiene principios que rigen su vida, cada cual determina los suyos.
A lo largo de mi experiencia acompañando a personas que en un momento de su vida necesitan un apoyo externo, he podido observar que principios son absolutamente necesarios para poder tener una tranquilidad que nos acompañe en cualquier situación, incluso las extremas que indudablemente ocurrirán.
Primer Principio, la Atutoconfianza.
Primero de todo, no debemos confundir autoconfianza con arrogancia.
La autoconfianza la vamos adquiriendo lentamente, cada experiencia de tu vida es una oportunidad, para ir ganando confianza. Y te preguntarás, ¿ cómo es posible esto?, todos sabemos qué hay experiencias increíbles y otras que no lo son tanto, pero lo que depende cien por cien de nosotros es nuestra actitud hacia ellas. Tu actitud es lo que marca la diferencia, si das todo de ti en cada situación, sabrás en todo momento que lo has hecho lo mejor que has podido y con ellos te sentirás satisfecho, no podrás recriminarte nada y eso te dará paz mental y aumentará la confianza en ti.
También te ayudará el ser comprensivo contigo mismo, no permitir que tu dialogo interno te machaque y te quite energía. Tienes que pasar a ser el observador de tus pensamientos, así sabrás que los pensamientos vienen y van, solo se quedan si les prestas atención.
Segundo Principio La Aceptación.
La aceptación es clave para tener paz mental. Comprender que no podemos controlar todas las situaciones y que a veces las cosas no salen como esperamos nos ayuda a ser más tolerantes y a no resistirnos a lo que no podemos cambiar. Aceptar nuestras emociones, tanto las positivas como las negativas, y permitirnos sentir y expresar lo que sentimos sin juzgarnos a nosotros mismos también es fundamental para tener paz mental.
Tercer Principio, El Desapego.
El desapego no significa no importarnos por las cosas o por las personas, sino aprender a soltar el control y dejar de aferrarnos a lo que no podemos controlar. Apreciar lo que tenemos en el momento presente y no depender de cosas externas o de la aprobación de los demás para ser felices nos ayuda a tener una paz mental constante y duradera. Aprender a vivir el momento presente y no preocuparnos en exceso por el futuro también es parte del desapego.
Cuarto Principio, Cuidar de uno mismo.
Cuidar de nuestra salud física, emocional y espiritual es fundamental para tener paz mental. Necesitamos alimentarnos adecuadamente, hacer ejercicio, descansar lo suficiente y tomarnos tiempo para hacer las cosas que nos gustan y nos relajan. También es importante cultiva relaciones saludables, rodearnos de personas que nos apoyen y nos hagan sentir bien. Cuidar de nosotros mismos nos permite estar en equilibrio y tener paz mental.
Estos cuatro principios pueden servir como guía para tener una paz mental duradera. Cada persona puede adaptarlos y añadir otros principios que consideren importantes según sus propias experiencias y creencias.